Reino Unido se unió a la coalición internacional para invadir Irak "antes de agotar todas las opciones pacíficas para el desarme", dijo este miércoles John Chilcot, responsable de una extensa investigación independiente sobre la participación de Reino Unido en la invasión de Irak, en 2003.
Una invasión armada no era el "último recurso" disponible, agregó Chilcot al presentar las conclusiones de la investigación, que duró siete años.
El exdiplomático también dijo que los análisis sobre si Irak poseía armas de destrucción masiva "fueron presentados con una certeza que no estaba justificada".
El informe, de más de 2,5 millones de palabras, se publica este miércoles, siete años después que el entonces primer ministro laborista, Gordon Brown, encargase una investigación sobre el controvertido papel de Reino Unido en la coalición liderada por Estados Unidos que derrocó a Saddam Hussein.
El resultado de la misma ha pasado a ser conocido como el "reporte Chilcot" en referencia al ex funcionario y diplomático británico que dirigió la investigación.
Además de las mencionadas, estas son las principales conclusiones:
- Reino Unido infravaloró las consecuencias de la invasión
- El planeamiento y las preparaciones para un Irak después de Saddam Hussein fueron totalmente inadecuadas
- El gobierno no logró los objetivos que había anunciado previamente a la invasión
- La política sobre Irak se basó en débiles análisis de inteligencia
- Las circunstancias en las que se decidió que había una base legal para la invasión eran "mucho menos que satisfactorias"
- Hubo "poco tiempo" para preparar las brigadas antes de ser enviadas a Irak
"El reporte sugiere que el gobierno falló, que la comunidad de inteligencia falló, que los militares fallaron y que Tony Blair condujo su gobierno de forma tal que las posibles y probables consecuencias de una acción militar en Irak nunca fueran debidamente consideradas", resumió la editora de política de la BBC, Laura Kuenssberg.
"Pero la investigación sólo responde parcialmente a algunas de las preguntas que se han hecho con más frecuencia, como la legalidad de la guerra", agregó.
La invasión provocó el colapso del régimen de Saddam Hussein, que estaba en el poder desde finales de la década de 1970.
Un total de 179 soldados británicos murieron en Irak entre 2003 y 2009, cuando los últimos soldados británicos abandonaron el país.
La cifra de muertos iraquíes no están claras todavía, pero las estimaciones sitúan la cifra de muertos entre los 90.000 y los 600.000.
Chilcot dijo esperar que si futuras acciones militares de tal magnitud solo sean posibles tras un análisis y enjuiciamiento político más cuidadoso.
Pero también destacó que la comisión a su cargo no era ni un jurado, ni un tribunal, ni fue concebida para identificar posibles responsabilidades legales.
Blair aceptará "todas las responsabilidades"
Minutos después de terminar la declaración de Chilcot el exprimer ministro, Tony Blair emitió un comunicado en el que dice que aceptará "todas las responsabilidades por los errores, sin excepciones ni excusas".
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