Esta controversia se debe al uso de la seda dental con una mala técnica, lo cual definitivamente va a dañar las encías. Si tú presionas este hilo de manera indiscriminada, con mucha fuerza, definitivamente vas a lastimar los tejidos aledaños”, explicó la odontóloga Mónica Fernández.
Aunque no existen estudios científicos concluyentes acerca de que la seda dental contribuya en la prevención de caries, enfermedades en las encías o formación de sarro, los odontólogos sí tienen argumentos para seguir considerándola como una herramienta de higiene oral.
“Tú cepillas y definitivamente vas a eliminar lo que queda externamente, pero hay pequeños restos que quedan atrapados y el cepillo no los puede retirar. Esos sedimentos que van a quedar van a ocasionar la formación de placa bacteriana, caries, halitosis (mal aliento), entre otros”.
La especialista recomienda el uso de hilo al menos una vez al día, después del cepillado, y mejor si es antes de acostarse. Ella nos explica la forma correcta de este procedimiento.
Más allá de los prejuicios que ahora rondan al hilo dental, la experta nos dice cómo debe ser el aseo bucal de rutina: "Siempre es el cepillado dental junto al cepillado de nuestra lengua, con enjuagatorios y productos que tu dentista te va orientando te van a mantener una dentadura sana y aliento fresco”.
Son fundamentales, junto con la limpieza y profilaxis al menos cada 6 meses, porque todo ello va de la mano con la salud integral. Recuerda que dientes sanos dan una masticación efectiva y, por ende, una nutrición adecuada.
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