Los riñones son órganos vitales, que cada día procesan aproximadamente 190 litros de sangre para eliminar alrededor de 2 litros de agua y de productos de desecho del organismo. Esto es lo que sucede cuando los riñones funcionan bien. Si embargo, como todos los órganos del cuerpo, a veces pueden sufrir desequilibrios.
Al cuadro en que los riñones fallan de forma constante se lo conoce como insuficiencia renal crónica, y puede tratarse a tiempo para prevenir que empeore. Pero, cuando no se recibe tratamiento, la insuficiencia se transforma, con los años, en enfermedad renal.
Si los riñones se enferman de forma grave, la persona necesita tratamiento de por vida, y muchas veces diálisis, es decir, concurrir cada pocos días a un hospital para que su sangre sea filtrada por una máquina.
Síntomas de Insuficiencia Renal:
1. Cambios en las micciones
Cuando los riñones no se encuentran trabajando bien, una de las señales puede ser un cambio en la apariencia de la orina (como volverse de color oscuro o pálido), o aumentar/reducir su frecuencia.
2. Erupción en la piel
Si los riñones no funcionan bien, no pueden deshacerse de las toxinas correctamente, y eso puede manifestarse, por ejemplo, como una erupción cutánea. Cuando las erupciones en la piel se deben a una insuficiencia en los riñones, no responden al tratamiento con cremas o ungüentos, y persisten en el tiempo. Cuando se agrava, puede causar un picor muy intenso.
3. Hinchazón
Cuando los riñones no pueden deshacerse del exceso de agua del cuerpo, se puede ocasionar retención de líquidos, e hincharse las manos, piernas, tobillos, cara y pies.
4. Fatiga
Las deficiencias renales causan anemia, ya que los riñones producen eritropoyetina, una hormona que tiene que ver con la fabricación de glóbulos rojos. Como consecuencia de la anemia, se puede presentar cansancio, dificultad para respirar (sensación de que no alcanza el oxígeno), y otros síntomas. La falta de aliento también puede relacionarse con la falla renal porque puede acumularse agua en los pulmones.
5. Sabor extraño en la boca o aliento a amoníaco
La acumulación de desechos en la sangre que se produce cuando los riñones tienen problemas puede hacer que los alimentos tengan un sabor extraño, y también causar mal aliento. Algunas personas notan que ya no les gusta la carne, o que directamente tienen menos apetito. Eso puede llevar a bajar de peso rápidamente de forma sorpresiva.
6. Náuseas y vómitos
Cuando la acumulación de desechos en el organismo se va agravando, aparecen otros síntomas, como los vómitos y las náuseas.
7. Dolor en la espalda alta
Algunas personas con daño en los riñones sienten dolor en la espalda, por lo general de un solo lado, o también en el costado e incluso la pierna. Sin embargo este síntoma puede confundirse con dolores ocasionados en otros órganos.
8. Sentir frío siempre
Muchas personas con deficiencia renal sienten frío constantemente, incluso en una habitación caliente, y es una consecuencia de la anemia.
9. Mareos y problemas de concentración
La anemia relacionada con la falla renal hace que el cerebro reciba menos oxígeno. Por eso, la persona puede marearse o sentirse confundida.
Cálculos y Cáncer
La insuficiencia renal no es la única afección que pueden sufrir los riñones. También es común que se presenten en ellos piedras o cálculos, que son depósitos duros que se pueden ubicar en el tracto urinario, los riñones o la vejiga. Los síntomas de los cálculos renales pueden confundirse con los de la insuficiencia renal (por ejemplo, orinar con frecuencia), pero también suelen estar acompañados de orina con sangre, infecciones urinarias frecuentes, y mucho dolor.
Los riñones también pueden enfermarse de cáncer. En las etapas iniciales, puede no presentar incluso ningún síntoma. Luego, éstos pueden ser similares a los de la insuficiencia renal (dolor de espalda, sangre en la orina, fatiga, pérdida de peso y del apetito, anemia), pero también puede generar fiebre prolongada en el tiempo, no causada por ninguna infección, que no desaparece.
Ante la sospecha de que los riñones no funcionan bien o tienen algún problema, siempre hay que consultar a un médico. El tratamiento temprano ayuda a mejorar considerablemente la situación, y el diagnóstico puede realizarse con simples pruebas de sangre y orina.
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